sexta-feira, 21 de dezembro de 2012

sexta-feira, 6 de agosto de 2010

Soneto a quatro mãos ou o Amor sem dano, por V. de Moraes


"Tudo de amor que existe em mim foi dado

Tudo que fala de amor em mim foi dito

Do nada o amor em mim fez o infinito

Que por muito tornou-me escravizado.

Tão pródigo de amor fiquei coitado

Tão fácil para amar fiquei proscrito

Cada voto que fiz ergueu-se em grito

Contra o meu próprio dar demasiado.

Tenho dado de amor mais que coubesse

Nesse meu pobre coração humano

Desse eterno amor meu antes não desse.

Pois se por tanto dar me fiz engano

Melhor fora que desse e recebesse

Para viver da vida o amor sem dano."

quinta-feira, 5 de agosto de 2010

Tempo, por Adélia Prado


"A mim que, desde a infância venho vindo

como se o meu destino fosse

o exato destino de uma estrela

apelam incríveis coisas:

pintar as unhas, descobrir a nuca,

piscar os olhos, beber.

Tomo o nome de Deus num vão.

Descobri que a seu tempo

vão me chorar e esquecer.

Vinte anos mais vinte é o que tenho,

mulher ocidental que se fosse homem

adoraria chamar-se Eliud Jonathan.

Neste exato momento do dia vinte de julho

de mil novecentos e setenta e seis,

o céu é bruma, está frio, estou feia.

Acabo de receber um beijo pelo correio.

Quarenta anos: não quero faca nem queijo.

Quero a fome."









terça-feira, 27 de julho de 2010

Valsa Brasileira, de Chico e Edu


Vivia a te buscar

porque pensando em ti

corria contra o tempo.
Eu descartava os dias

em que não te vi

como de um filme

ação que não valeu.

Rodava as horas pra trás

roubava um pouquinho

e ajeitava o meu caminho

pra encostar no teu.

Subia na montanha

não como anda um corpo

mas um sentimento.

Eu surpreendia o sol

antes do sol raiar

saltava as noites

sem me refazer

e pela porta de trás

da casa vazia.

Eu ingressaria

e te veria

confusa por me ver

Chegando assim

mil dias antes

de te conhecer.


















terça-feira, 20 de julho de 2010

Transmigración

A unos les gusta el alpinismo. A otros les entretiene el dominó. A mí me encanta la transmigración.
Mientras aquéllos se pasan la vida colgados de una soga o pegando puñetazos sobre una mesa, yo me lo paso transmigrando de un cuerpo a otro, yo no me canso nunca de transmigrar.
Desde el amanecer, me instalo en algún eucalipto a respirar la brisa de la mañana. Duermo una siesta mineral, dentro de la primera piedra que hallo en mi camino, y antes de anochecer ya estoy pensando la noche y las chimeneas con un espíritu de gato.

¡Qué delicia la de metamorfosearse en abejorro, la de sorber el polen de rosas! ¡Qué voluptuosidad la de ser tierra, la de sentirse penetrado de tubérculos, de raíces, de un vida latente que nos fecunda... y nos hace cosquillas!

Para apreciar el jamón ¿no es indispensable ser chancho? Quien no logre transformarse en caballo ¿podrá saborear el gusto de los valles y darse cuenta de lo que significa “tirar el carro”?...

Poseer una virgen es muy distinto a experimentar las sensaciones de la virgen mientras la estamos poseyendo, y una cosa es mirar el mar desde la playa, otra contemplarlo con unos ojos de cangrejo.
Por eso a mí me gusta meterme en las vidas ajenas, vivir todas su secreciones, todas sus esperanzas, sus buenos y sus malos humores. Por eso a mi me gusta rumiar la pampa y el crepúsculo personificado en una vaca, sentir la gravitación y los ramajes con un cerebro de nuez o de castaña, arrodillarme en pleno campo, para cantarle con una voz de sapo a las estrellas.

¡Ah, el encanto de haber sido camello, zanahoria, manzana, y la satisfacción de comprender, a fondo, la pereza de los remansos... y de los camaleones!...

¡Pensar que durante toda su existencia, la mayoría de los hombres no ha sido ni siquiera mujer!... ¿Cómo es posible que uno no se aburran de sus apetitos, de sus espasmos y que no necesiten experimentar, de vez en cuando, los de las cucarachas... los de las madreselvas?

Aunque me he puesto, muchas veces, un cerebro de imbécil, jamás he comprendido que se pueda vivir, eternamente, con un mismo esqueleto y un mismo sexo.

Cuando la vida es demasiado humana - ¡únicamente humana! – el mecanismo de pensar ¿no resulta una enfermedad más larga y más aburrida que cualquier otra?
Yo, al menos, tengo la certidumbre que no hubiera podido soportarla sin esa aptitud de evasión, que me permite trasladarme adonde yo no estoy: ser hormiga, jirafa, poner un huevo, y lo que es más importante aún, encontrarme conmigo mismo en el momento en que me había olvidado, casi completamente, de mi propia existencia."

* Extraído de "Espantapájaros" - Oliverio Girondo (1891-1967)
Llorar a lágrima viva...

Llorar a lágrima viva.
Llorar a chorros.
Llorar la digestión.
Llorar el sueño.
Llorar ante las puertas y los puertos.
Llorar de amabilidad y de amarillo.
Abrir las canillas,
las compuertas del llanto.
Empaparnos el alma, la camiseta.
Inundar las veredas y los paseos,
y salvarnos, a nado, de nuestro llanto.
Asistir a los cursos de antropología, llorando.
Festejar los cumpleaños familiares, llorando.
Atravesar el África, llorando.
Llorar como un cacuy, como un cocodrilo...
si es verdad que los cacuíes y los cocodrilos
no dejan nunca de llorar.
Llorarlo todo, pero llorarlo bien.
Llorarlo con la nariz, con las rodillas.
Llorarlo por el ombligo, por la boca.
Llorar de amor, de hastío, de alegría.
Llorar de frac, de flato, de flacura.
Llorar improvisando, de memoria.
¡Llorar todo el insomnio y todo el día!

Oliverio Girondo
Táctica y estrategia (Mario Benedetti)

Mi táctica es mirarte
aprender como sos
quererte como sos
mi táctica es hablarte
y escucharte
construir con palabras
un puente indestructible
mi táctica es
quedarme en tu recuerdo
no sé como, ni sé
con qué pretexto
pero quedarme en vos.
Mi táctica es ser franca
y saber que sos franco
y que no nos vendamos simulacros
para que entre los dos no hayan telón
ni abismos.
Mi estrategia es en cambio más profunda y más simple,
mi estrategia es;
que un día cualquiera
ni sé cómo, ni sé
con que pretexto por fin me necesites.



Mario Benedetti

quinta-feira, 15 de julho de 2010

Dialética, de Vinícius de Moraes em "As Tormentas"

"É claro que a vida é boa
E a alegria, a única indizível emoção
É claro que te acho linda
Em ti bendigo o amor das coisas simples
É claro que te amo
E tenho tudo para ser feliz
Mas acontece que sou triste ..."

quarta-feira, 14 de julho de 2010

Liberdade, de Paul Eluard


"Nos meus cadernos de escola

Nas árvores, na areia e na neve

em todas as folhas lidas

nas em branco

pedra, sangue, papel cinza

escrevo seu nome.

Nas selvas e nos desertos

nos ninhos e nas giestas

no eco da minha infância

no pão das manhãs

nas estações namoradas

nas maravilhas das noites

escrevo seu nome.

Nos meus farrapos de azul

no lago da lua viva

no bafejar das auroras

no oceano dos navios

na montanha demente

e no suor do temporal

escrevo seu nome.

Na desnuda solidão

na ausência sem desejos

aos riscos desaparecidos

no esperar sem saudade

escrevo seu nome.

Pelo poder de uma palavra

recomeço a minha vida

nasci para conhecer-te

nomear-te

Liberdade. "